Thursday, November 04, 2010

Antes de ayer.

Hoy no quiero tu mañana,
ayer yo ni lo pensé,
tiene caso que pasado,
volvamos a antes de ayer.

Siento mucho que hace días,
los días parecieran horas,
hace horas que no veo
el día que fuera hoy.

La clave de tu pellejo.

El viento besa tus ojos,
tu cara grande en la mía,
dice en parte la verdad.

Casi siempre está nublado,
los abrazos no me dejan ver,
no te muevas de mi pecho
que puedo perder el tino.

Si acaso te distraes
date vuelta al hospital,
no mires hacia atrás
ni faltas al taller,
hoy como ayer es un día,
mañana no habrá que ver.

Te incomoda el confort
de una cama imaginaria?
duerme conmigo un rato,
soñemos con el destino.

Tanto es el desatino,
que de a poco se pierde el tino,
por la edad del susodicho,
no hay mucho que decidir,
por tratar de descifrar
la clave de tu pellejo.

Wednesday, October 07, 2009

Qué tú comes que adivinas.

Qué tú comes que adivinas,
una lata de sardinas
adobada con cianuro
paprica y anís confite.

tu lenguita de frambuesa
ahogando mi enteresa
y salpicando con saliba
mis ganas de cualquiera.

en una alfombra de queso
sumergido, mareado y seco
me sazonas con tus senos
hirviendo, cálido el sexo.

ante el preciso servicio
en tu mesa que es mi cama
mirandote por encima
de un mantel de seda fina
como queriendo decirte
qué tú comes que adivinas.

Tuesday, December 18, 2007

Luz y sombras.

Esa madrugada acabé dentro de ti, sumergido en el exceso.
Dos seres flotantes en luces y humo, cada beso nos alejaba del cielo.
El papel se quemó rápido, olvidé lo que decía, ya no era sangre era vino.
No había un discurso lógico, solo dientes mordiendo palabras al azar.
Entretanto entretienes mis pupilas con el espectáculo de tus pechos convulsos, oxigenaba pensamientos transparentes.
Al final nos hicimos luz y nuestras miradas sombras, tu y yo luz sombras.

Monday, December 17, 2007

1er. acto.

Luego de algunas cosas que suceden, los vértices se juntan y los ángulos se colocan objetos, casi visibles... es más, el infinito queda tan cerca que lo puedo lamer; la luna queda en mi rostro... y ella me cuenta que me embellece la magia incierta, que dé sobre dosis a la soñolienta madrugada que sorprendía nuestro sueño resacado.

Mira como danzamos en lo olvidado, mira como me alegro en lo despierto, recordando los actos...

...El vacío después del conocimiento... la embriaguez de un "tal vez"...

Experimentar sin somníferos... sentir el dulce aroma y tener la visión real de nuestros cuerpos...

Detalles la escena (Vigésima Cuarta vez) "La espina se miente"

Al caer el sol luego mil carisias solo con miradas, el ingenuo con el alma llena imágenes, enloquecido y con la humedad embriagante, aturdido, preparó el altar de sacrificio "no miró su rostro en ninguna ocasión"...

Entiendo: habla el ingenuo, no se que tan alto lleves este ritual "en tu anima?..., después de todo, se que no la ovacionaras en lo absoluto" al darse vuelta el ingenuo nota dos lágrimas de sangre bajando por el cuerpo de la espina.
"la voz no le sale"...

Corre a los pies del ingenuo, toma los lienzos de su vestuario los toca, los lame, llora, suplica, aunque de su boca no sale palabra, solo balbucea halitos incordios...
"El ingenuo toca su cabeza"
Palabras de desahucie y desilusión"

Le habla: haciéndole entender su error, le besa la frente, miradas y recuerdos pasan fugases por sus mentes,
"gesto tembloroso"

-Palabras mudas-, frío en las manos, el ingenuo se marcha de la escena, termina para el la mentira, comienza el amanecer, mil caricias en la atmósfera, dos palabras que decir, el ingenuo taciturno, la mentira y el compromiso, la lujuria vivida por ambos,...

No es la Espina, la Rosa, la Pitonisa ni el Ingenuo; es la historia, que a suerte elige un mortal, convirtiéndolo en el esclavo de rosas y espinas... en el elegido colocado en el laberinto pasional.

Thursday, September 13, 2007

6 veces

Soy un recuerdo tatuado, colores magníficos lo adornan.
Cada rincón de tu mente está teñido con negro y carmín.
Desde que te despiertas y hasta que te mueres.
un trozo de tu nombre se atraganta en mis ojos.
Pierdo un poco el control de mi equilibrio y finalmente exhalo tus gemidos.
Sobrio me mejoro y pospongo el buen humor para mañana.

Thursday, August 30, 2007

Muerte del ingenuo. (Agonía en el laberinto)

Llorando y doblado, su cuerpo se entume en la arena, el ingenuo suplica implorando compasión, su piel cangrenada, sus gemidos sordos, su ensangrentado cuerpo, los vestigios de lo que una vez sucedió, solo pasan fugases por su mente limitada por el largo sueño que le espera; como si fuera una mano sanadora milagrosa remueve el polvo de su boca para provocar un último halito, respira diciendo "quién quiera que seas déjame, déjame solo, soy un espanto... "La rosa, con gesto de confianza le dice": no llores mira, tus huesos, tus células, tu interior, tus vísceras aún reclaman que debes entregar lo que queda de tu pasión, "encárnala" yo curaré tus heridas...

Como un instante mágico de sueños, como un viaje extraterrestre; el ingenuo abre sus ojos y deslumbrado mira su cuerpo que hasta un instante estaba ensangrentado, no vio una sola herida en su cuerpo... entonces mira el cuerpo de la rosa y percibe con gesto de exaltación su desnudez... ...(por un instante que pareció un siglo: sus miradas se clavaron como espada en la caliza)....

Quién eres? Una pregunta ciega escribe los ojos del ingenuo...

...Sin más miradas, cierra los ojos por un instante, al abrirlos mira que el cuerpo está junto con el cuerpo de la rosa, ..."la besa con furia" , como si fuese la última vez , abraza su cuerpo susurrando al oído de la rosa palabras que cubrían su cuerpo de la humedad entre sonriente, el paladar de la rosa se congela, quemando el rastro que deja la fría saliva de su lengua.

"Cuerpos poseídos de demonios"... Dos fieras devorándose.

Algo la hizo sonreír, pero... grita mas hondo, gime, alza sus brazos como si fuera a volar; el ingenuo: embriagado con el aroma de la rosa; figura el desvanecimiento de la rosa, siente que se esfuma de sus manos... dos manos de raíces arañan el cuerpo del ingenuo, abren heridas profundas; lo sube alto, al mismo cielo, un gran silencio estruendoroso... pero a la vez un tímido grito de deseo indescriptible se apodera del silencio, que hasta unos segundos reinaba en la escena... la rosa lo golpea contra las paredes negras "su sangre brota junto con su aliento de muerte"... despierta flotando en un espacio extraterrestre donde se entremira el vestido de la rosa junto al cuerpo del ingenuo levanta la mirada y desnuda la rosa se marcha hacia la nada con el humo...

...Algo se deja caer al polvo del desierto, primero se ve el espíritu del ingenuo cayendo golpeado... luego su cuerpo... entonces cae el recuerdo...

Despierta, media vida fluye en su hostigado cuerpo, apenas puede ver reflejos del sol que quema su interrumpida piel "respira" y sonríe.

Tuesday, July 31, 2007

Hasta Pronto Mama Nina.



29/07/07
03:00 AM

Porque casi siempre son los nietos y sobrinos lo que pone a sus mayores sobrenombre, a doña Argentina fueron sus sobrinos quienes le llamaban “Mama Nina”.

D. Argentina García – de los García de la Penda, por un provocado accidente de su esposo, padre que no llegue a conocer – quedó sola a destiempo, ya éramos tres hijos; Manuel, fallecido, William y Ana, que perviven aún, armada de valor decidió criar a sus hijos con sus propias manos, así lavaba y planchaba por docena; luego cuando decide mudarse desde la penda al pueblo le compró una casita a Doña Asunción, casita que cuando llovía pasaba un corriente de agua por el medio de la sala.

En la calle 5, hoy Av. Bienvenido Fuertes Duarte crecimos, y mamá hacía dulces de coco, batata y leche, tortas y turrones, y los fines de semana comíamos galletas con dulce de batata por encima… tiempos difíciles pero llenos de fe y alegría.

Era Doña Argentina mujer de acendrada virtud, laboriosa y aunque de carácter fuerte tenía un espíritu amable y quería valerse siempre por sí misma, aún teniendo 17 años en silla de ruedas quería ayudar en los quehaceres de la casa.

Al llegar al pueblo conoció el mensaje de la Iglesia Adventista… de su tiempo sólo queda la Profesora Milagros Ferreiras, llegó a cantar en el coro que dirigía el Pastor Samuel Acosta Marcelo. Fue Diaconisa y trabajo en el departamento de niños por muchos y largos años, fue además hermana muy querida dentro y fuera de la iglesia.

A causa de lavar y planchar y hacer dulces, contrajo un reumatismo crónico que poco a poco fue ganando la batalla, primero hubo que amputarle una pierna, luego la cama y al final la intrusa con su guadaña hizo la señal definitiva y reclamó su cuerpo, y solo su cuerpo pues su alma, su espíritu hace tiempo estaba guardado en el señor Dios todopoderoso – el dador de la vida.

Muchos se preguntan: a donde van los muertos, Señor a donde van.
Los cristianos practicantes no hacen caso a la pregunta anterior, sencillamente el cuerpo va al polvo de la tierra, y el alma / espíritu a Dios que lo dio. Es cierto que el dolor nos embarga, que hemos perdido – por el momento nuestra querida madre, más es un dolor que acepta la promesa de San Pablo cuando dice: he aquí, os digo un misterio, todos ciertamente no dormiremos, más todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojo, a la final trompeta: porque será tocada la trompeta, y los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros seremos transformados. (1 Corintios 15:51, 52). Y el visionario de patmos nos dice: He aquí yo hago nuevas todas las cosas, y limpiara Dios toda lágrima de los ojos de ellos – nosotros – y la muerte no será más, llanto ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas son pasadas (Ap. 21: 4, 5).

Hoy después de un largo batallar, “Mama Nina” no se rindió; sino que aceptó como la habíamos pedido – la inescrutable voluntad del Dios creador.

A todos ustedes, muchas gracias por querer compartir estos momentos difíciles de corazón, muchas gracias, en especial al Dr. Sergio Romero por las veces que fue a la casa no solo a chequearla sino también a darle ánimo y conversar con ella, al Dr. Juan Luís Vásquez, a Doña Mery de García, a Miguel Paulino y Rosanna por estar presente en los primeros momentos. A Emil y Jenny, a mis vecinos, a Cristian y a mi hermana Anita porque hizo del cuidado de Mama un apostolado, a tía y terminó diciendo:

Al filo de la media noche
En silencio, como si quisieras
Marcharte a hurtadillas
Después de mucho jadear
Y guardando solo para ti tus últimas
Palabras.
Te fuiste…
Madre, puedes ir en santa paz
De ti aprendimos,
El valor del trabajo honesto
La entrega a las causas justas
A mirar de frente, a luchar con fe
A vivir con ganas y confiar en Dios.
Cuando Cristo venga en nube radiante
Con todos los santos a buscar los suyos
De todos los míos nos demos abrazos
Y volemos juntos al último cielo
Por la eternidad.

Tu hijo,
William García.
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