Una noche en Yudul.

Llámate a jerard, el tiene invitaciones!
11:30 p.m. pantalones rectos de corduroy, gelatina en el pelo y camisa manga corta de cuadros, Drakar Noir en el cuello y las muñecas, el espejo me dice que estas listo para una noche de acción, busco entre una larga fila de motores un hueco donde estacionar mi passola, saludo a los tigres, “Mr. T” me pone un sellito en el puño derecho que se refleja en la luz de neón, el pumpin pumpin de la música sonando durísimo, Dj. Ambiorix se la lucía desde una elevada cabina de cristal, saludo las niñas aceleradas por el alcohol, la pista estaba calientísima, un panel de luces descendía del techo, y un encegecedor humo salía del las esquinas, la voz de pochy diciendo: ¡yo tengo una flaca chula que la quiero mucho! mi amigo se besa con un grillo que conoció esa misma noche, salgo a los balcones a fumar un cigarrillo, y veo a diana o daina que se yo, pensé en saludarla pero estaba con su novio. Salimos a las 4:20, zigzagueábamos en los mártires, de camino a la casa, bromeábamos y hablamos de lo que pasó esa noche, ebrios y sudados nos comimos un chimichurri y no tiramo.
Hablamo mañana men, hablamo.