Tuesday, January 23, 2007

Soledad andaba sola.

La vi en el pasillo tres del edificio dos, dos aretes de madera y un crucifijo de plata.
Sucio pantalón con tres rotos y un roto de más.
El desafinado vals de su torpe caminar.
Una mirada saltona que se enrojecía con el humo de un cigarro blanco.
Robo de mi atención una greña despeinada negra, más negra que ese café que tomaba.
A penas escuché un hola! Cuando me di cuenta que mi baba acariciaba mi hirsuta quijada, que ondas conteste y le estruje mi nombre en su cara, se fue y nunca supe quien era.
Se llamaba soledad y andaba sola.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home

Website Hit Counters
Web Counter